13/10/10
Jesús resucita a Lázaro. Juan 11, 1-54
Jesús resucita a Lázaro
Juan 11, 1-54
jesús tenía tres amigos en la ciudad de Betania. Ellos eran María, su hermana Marta y el hermano de ellas, Lázaro. Un día, las hermanas enviaron un mensaje a Jesús: Lázaro estaba muy enfermo. Pero Jesús no fue a verlo enseguida. Él dijo a sus discípulos: "Esta enfermedad es para mostrar la gloria de Dios".
Dos días más tarde, Jesús dijo: "Mi amigo Lázaro está dormido. Iré a despertarlo". Los discípulos de Jesús no querían que fuera a Betania porque estaba cerca de Jerusalén. A los líderes religiosos de Jerusalén no les gustaban las enseñanzas de Jesús. No querían creer que venía de parte de Dios. Querían detenerlo, incluso matarlo si era necesario.
"No vayas", dijeron los Apóstoles. "Si Lázaro está dormido, eso quiere decir que se siente mejor".
Ellos no entendían lo que Jesús había querido decir.
"Lázaro está muerto", les explicó Jesús. "Vamos".
Cuando llegaron a Betania, Lázaro ya estaba en su tumba desde hacía cuatro días. Había muchos amigos acompañando a Marta y María, que estaban muy tristes por la muerte de Lázaro. Cuando Marta supo que Jesús se acercaba, fue a su encuentro.
"Señor", le dijo. "Si hubieras llegado antes, Lázaro todavía estaría vivo. Pero aún ahora Dios hará todo lo qu ele pidas".
"Lázaro va a resucitar", le dijo Jesús.
"Si, lo sé", respondió Marta. "Él resucitará a la vida al fin del mundo".
Jesús dijo entonces: "Yo soy la resurrección y la vida. Todo el que cree en mí vivirá, aunque haya muerto. ¿Tú crees esto?".
"Sí", respondió Marta. "Creo que tú eres el Salvador enviado por Dios". Y regresó a su casa para contar a María que Jesús había llegado.
María fue enseguida al encuentro de Jesús, y Él vio que ella estaba muy triste por la muerte de su hermano Lázaro. Entonces, Él también se entristeció. Cuando María lo llevó hasta la tumba, Jesús comenzó a llorar, porque Lázaro había sido un buen amigo suyo.
La tumba era una cueva con una gran piedra que tapaba la entrada. "Quiten la piedra", pidió Jesús. Marta dijo entonces: "Hace cuatro días que murió. Si quitamos la piedra habrá muy mal olor".
Pero Jesús dijo: "Si creen en mí, verán la gloria de Dios".
Entonces hicieron rodar la piedra y Jesús oró:"Padre, te doy gracias porque siempre me escuchas. Deja que estas personas sepan que tú me has enviado".
Entonces exclamó con voz fuerte: "¡Lázaro, sal de allí!":
Lázaro salió, todavía envuelto en el sudario con que lo habían enterrado.
"Desátenlo, para que pueda moverse", pidió Jesús.
Después de este hecho, muchas personas creyeron en Jesús. Pero algunos fueron a ver a los l´`ideres religiosos y les contaron lo que había sucedido. Entonces éstos se preocuparon, porque mucha gente seguía a Jesús y escuchaba sus enseñanzas. Tenían miedo de que los romanos destruyeran el Templo y al pueblo judío si los discípulos de Jesús lo trataban como a un rey.Entonces decidieron que era mejor matar a un hombre, a Jesús, antes de que losromanos mataran a todo el pueblo. Ellos no entendían que, en realidad, Jesús iba a morir para salvar al mundo entero.