El profeta Isaías
Isaías
Otro profeta que hablaba al pueblo con las palabras de Dios fue Isaías. Dios se apareció a Isaías sentado en su trono, rodeado de ángeles. y preguntó: "¿A quién puedo enviar a tan importante misión?". Entonces Isaías respondió: "Puedes enviarme a mi". Así que Dios envió a Isaías para decirle al rey Acaz que su confianza debería estar en el Señor y no en los poderosos ejércitos.
Isaías dijo a Acaz que Dios deseaba que él pidiera una señal para probar que Dios protegería a Jerusalén para siempre. Pero Acaz no quiso escuchar al profeta. Por último, Isaías dijo a Acaz: "Dios mismo le dará una señal: una mujer dará a luz un hijo que se llamará Emmanuel, o sea, Dios con nosotros".
Isaías dijo además al pueblo de Dios estas palabras proféticas: "Vendrá un día en que el rey de Israel será de la familia de David. Este rey traerá la paz al mundo. Será una gran luz en la oscuridad. Será alegría en la tristeza. Será una ayuda para que el pueblo conozca al Señor".
Cuando nosotros leemos hoy estas palabras de Isaías recordamos a Jesús de Nazareth como Príncipe de la paz. Asimismo, en otras partes del libro de Isaías hay un bello relato que habla sobre "el siervo doliente", que sufrió una muerte dolorosa por parte de su pueblo. Este siervo de Dios no había hecho nada malo, sino que ofreció su vida como precio a pagar por nuestros pecados. No se quejó cuando fue golpeado y sus dolores nos trajeron el perdón de Dios y la salvación. Estas palabras de Isaías nos ayudan a pensar en Jesús que, siendo inocente, entregó su vida en la cruz para que nuestros pecados fueran perdonados.