Jacob y Esaú
Génesis 23-25
Después de la muerte de Sara, Abraham envió a un criado a visitar la tierra de sus padres con el fin de buscar una esposa para su hijo Isaac, que ya era grande.
Cuando el criado regresó vino acompañado de una bellísima mujer llamada Rebeca, quien se casó de inmediato con Isaac. Pasados muchos años murió Abraham y fue sepultado cerca de su esposa Sara. Durante mucho tiempo Isaac y Rebeca no pudieron tener hijos, pero finalmente nacieron dos niños gemelos a quienes llamaron "los mellizos Esaú y Jacob". El primero en nacer fue Esaú y luego nació Jacob.
Los dos niños eran muy diferentes el uno del otro a medida que iban creciendo. Esaú se volvió un experto cazador, mientras que a Jacob le gustaba quedarse en la casa. Además existía otra diferencia:
Esaú era el favorito de su padre Isaac y Jacob, en cambio, era el preferido de su madre Rebeca.
Un día, mientras Jacob estaba en casa haciendo la comida, llegó Esaú y dijo a su hermano: "Por favor, regálame tu guiso de lentejas que vengo con mucha hambre". Jacob respondió: "Te la cambio por tus derechos de primogenitura" (o sea, los derechos que tiene una persona por haber nacido primero).
A pesar de que eran gemelos, Esaú había nacido primero y por eso tenía derecho a disfrutar de un lugar especial dentro de la familia; por ejemplo, podría recibir una herencia que fuera el doble de la que iba a recibir su hermano cuando Isaac muriera. Jacob deseaba que Esaú le concediera esos derechos y privilegios. Y como lo Unico que Esaú quería era calmar su hambre y nada más, aceptó la propuesta de Jacob y así le cambió sus derechos de primogenitura por el guiso de lentejas. De inmediato, Esaú devoró la comida sin pensar lo que estaba haciendo.
