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La primera Pascua. Éxodo 12

                            

                                             La primera Pascua
                                                 Éxodo 12

Dios le dio a Moisés las instrucciones de debían cumplir los israelitas para poder sair de Egipto. Durante la noche en la cual ocurriría la última plaga, es decir, la muerte de los primogénitos, cada familia israelita debía tomar un cordero y sacrificarlo al atardecer. Luego, cuando se ocultara el sol, los israelitas tenian que hacer una marca con la sangre del cordero en la puerta de sus casas.
Luego debían asar el cordero y comerlo con pan hecho sin levadura, es decir, pan ácimo y con verduras amargas.  Bebían comer el cordero con las sandalias puestas y con el bastón en su mano, para estar listos a salir de Egipto en cualquier  momento. En esa noche, Dios pasaría por Egipto para matar a todos los primogénitos. Pero cuando Dios obervara las puertas de los israelitas marcadas con la sangre del cordero, pasaría de largo sin matar a los hijos de los israelitas. Por eso esa noche se llamó "Pascua", que quiere decir "paso del Señor".
En esa noche, en todos los hogares egipcios murieron los primogénitos de todas las familias, desde la familia del Faraón hasta el primogénito de los prisioneros de la cárcel. También murieron los primogénitos d elos animales. A medianoche, los egipcios se levantaron y empezaron a llorar tristemente porque en cada casa había muerto alguien.
            Entonces el Faraón llamó  rápidamente a Moisés y le dijo: "Toma a tu pueblo y llévatelo fuera de aquí. Llévate también tus rebaños y ganados y vete lejos".
Así los israelitas pudieron salir de Egipto en aquella noche. Dios  condujo a su pueblo por el desierto en dirección del mar Rojo. Dios iba delante de ellos en forma de una nube durante el día y en forma de fuego durante la noche. Así, los israelitas no se perdían en el desierto y sabían que Dios estaba con ellos. Después de que salieron de Egipto, el Faraón se arrepintió de haberlos dejado partir y entonces envió su ejército para traerlos de regreso a Egipto. Los soldados se encontraron con Moisés y los israelitas cerca del mar Rojo. Los israelits gritaron muy asustados al ver el ejército egipcio.
Moisés también levantó la voz y dijo: "No tengan miedo, porque Dios está con nosotros luchando a nuestro lado. Esta es la última vez que veremos a los egipcios".
Entonces Dios ordenó a Moisés: "Dile al pueblo que siga adelante. Extiende tu bastón sobre el mar y éste se abrirá en dos partes. Así podrán cruzar elmar sin mojarse ni siquiera los pies". Así lo hizo Moisés, tal como ordenó Dios. Las aguas se separaron y el pueblo pasó a través delmar con uan pared de agua a la derecha y otra a la izquierda. El ejército egipcio corrió detrás de los israelitas para alcanzarlos, pero ellos ya habían llegado a la otra orilla del mar. Moisés levantó su bastón sobre el mar, las paredes de agua se derribaron y los egipcios quedaron sepultados bajo las aguas con sus caballos y sus carros de guerra. Cuando los israelitas vieron que Dios había salvado a su pueblo del poder delos egipcios, cantaron un himno de alabanza y agradecimiento, que decía: " Cantemos al Señor porque Él es glorioso y triunfador".