Génesis 3
Dios había regalado a Adán y a Eva un hermoso jardín para que vivieran allí. Ese lugar se llamaba "Edén" o Paraíso, que significa " Jardín de las delicias". Adán y Eva eran felices en ese jardín. Allí había muchos árboles frutales y flores de bellos coores. Todos los animales eran mansos y pacíficos.
En el jardín todos vivían en paz y armonía.
Antes de la creación del mundo, Dios había credo a los ángeles. Los ángeles eran buenos y vivían en el cielo junto a Dios. Él los había creado inteligentes (capaces de conocer el bien y el mal) y libres ( capaces de tomar sus propias decisiones). Uno de estos ángeles decidió rebelarse contra Dios y se transformó en demonio, es decir, en enemigo de Dios.
Otros ángeles siguieron su mal ejemplo y también se volvieron demonios.
Al demonio no le gustaba ver a Adán y a Eva felices en el Paraíso. Él quería que ellos desobedecieran a Dios, tal como había hecho él. Entonces, un día, el demonio se convirtió en una serpiente y entró en el jardín del Edén. Allí se colocó junto a un gran árbol que estaba en el centro del jardín.
Dios había dado sólo una recomendación a Adán y a Eva, que consistía precisamente en no comer de los frutos de aquel gran árbol. Y No es verda; nosotros podemos comer de todos los árboles, menos de este gran árbol". Pero la serpiente le dijo: "Si tú te atreves a comer de los frutos de este árbol serás tan inteligente como Dios".
Así que Eva decidió escuchar y creer en la serpienbte y no obedecer ni creer en Dios. Entonces tomó una fruta del gran árbol y la comió. Luego se fue a buscar a Adán, le ofreció la fruta del gran árbol y él también comió. Fue así como Adán y Eva cometieron el primer pecado de desobediencia a Dios. Aquella misma tarde ellos escucharon la voz de Dios, que paseaba por el jardín. Y se escondieron porque comprendieron que lo habían cometido un gran error. Pero como Dios ve todo, a todos y en todo lugar se dio cuenta de que Adán y Eva se escondían de Él.
Aunque Dios sabía lo que había sucedido seguía amando a sus hijos Adán y Eva, a pesar de que ellos habían cometido un error.
Del mismo modo Él nos sigue amando a nosotros hoy, aunque seamos desobedientes. Porque Dios nos ama siempre y quiere ayudarnos para que hagamos el bien.
A causa del pecado, Adán y Eva no podían seguir viviendo en el jardín del Eden. Entonces tuvieron que marcharse y rabajar duramente todo el día para ganarse el alimento. Aquella era una vida triste en comparación con la vida que llevaban en el Paraíso.
El pecado fue la causa de esta nueva situación. De esta manera, Adán y Eva transmitieron el pecado y la tristeza de la desobediencia a todo el universo creado por Dios.
A pesar de los hechos, Dios seguía amándolos y buscando siempre su felicidad. Fue entonces cuando prometió salvar a la humanidad de esta situación de pecado. Adán y Eva nunca supieron cómo iba a cumplir Dios esta promesa. Nosotros, en cambio, si conocemos los planes de Dios, que envió a su Hijo para salvarnos. Este Hijo único de Dios será llamado Jesús de Nazareth, nuestro salvador. Él iba a tener una madre muy especial llamada María. Sin embargo, la humanidad tendría que esperar mucho tiempo hasta que estos acontecimientos se realizaran.