Dios llama a Abrám
Génesis 12,13
Mucho tiempo después del diluvio vivió en Caldea un hombre llamado Abrám, que estaba casado con una hermosa mujer llamada Sarai.
Un día, Dios dijo a Abrám:
"Quiero que salgas de tu tierra y vayas a buscar otros lugares lejanos que yo mismo voy a mostrarte. Quiero hacer de ti y de tu familia una nación poderosa y grande. Yo quiero bendecirte y quiero que tú también seas una bendición para otros pueblos". Entonces Abrám juntó todas sus cosas, preparó sus animales y junto con su esposa Sarai y su sobrino Lot, salió de su pueblo, Ur de Caldea, tal como le había ordenado el Señor. Con toda su familia llegó a las tierras de Canaán, en la actual Palestina.
Una vez llegados allí, dijo Dios a Abrám: "Yo te regalo esta tierra prometida a ti y a toda tu familia, palabra del Señor". Con el tiempo surgió un problema entre Abrám y Lot. Resultó que no había suficiente espacio para tener juntas todas las ovejas y ganados.
Entonces Abrám dijo a su sobrino Lot: "Nosotros debemos dividir nuestra tierra. Tú puedes elegir dónde quieres ir. Por mi parte, si vas a la derecha, yo iré hacia la izquierda". Lot eligió la mejor tierra que se extendía hacia el oriente y se fue a vivir allí. Tan pronto se marchó Lot, el Señor dijo a Abrám: " Contempla el horizonte tan lejos como puedas mirar; yo quiero regalarte esta tierra, para ti y para tu familia, por siempre".
Abrám depositó su confianza en Dios por medio de una oración, para agradecerle y adorarlo como su Señor.
