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Abraham y Sara. Genesis 15,17,19

                                 

                                                  Abraham y Sara
                                                Génesis 15, 17, 19

Abrám y Sarai eran ya muy ancianos y todavía no tenían hijos. Y sin embargo, Dios había dicho a Abrám que él iba a tener una familia numerosa que llegaría a convertirse en un pueblo muy grande. Por eso, Abrám preguntó a Dios: "¿Cómo puede ser verdad lo que me dijiste si yo no tengo hijos?". Dios le respondió: "Yo soy el Dios todopoderoso. Tú debes caminar conmigo y hacer todo lo que sea recto y bueno, de este modo yo te haré el padre de muchas naciones".
Abrám confió plenamente en Dios y creyò en todo lo que Él le había comunicado. Dios cambió el nombre de Abrám por Abraham, a causa de la promesa que se habían hecho mutuamente, es decir, entre Dios y Abraham. Dios también cambió el nombre a Sarai, por Sara y le prometió un hijo. Entonces, Sara y Abraham se rieron, porque ellos ya eran muy ancianos y nunca habían visto que un hombre y una mujer tan viejos pudieran tener hijos. Abraham tenía ya cien años y Sara, noventa. Pero Dios ya les había dicho: "¿Acaso es demasiado difícil para Dios hacer tal prodigio?
Yo les prometo que el próximo año ustedes van a tener un hijo". Y esto fue exactamente lo que sucedió. Sara quedó embarazada y tuvo un hijo varón, al que Abraham llamó Isaac, porque ese era el nombre que Dios le había dicho que le pusiera a su hijo. Dios lo protegería y haría con él una alianza. Abraham es llamado "nuestro padre en la fe" porque creyó en todo lo que Dios le dijo. También nosotros tenemos fe cuando creemos en todo lo que Dios nos enseña por medio de la Biblia y a través de la Iglesia. Porque Dios no nos engaña ni dice mentiras. Él es la verdad y en Él todo es verdad. Por esta razón, Dios merece toda nuestra confianza.