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El Reencuentro. Genesis 44-46

                                 

                                                     El  Reencuentro
                                                     Génesis 44-46

Se acercaba el momento del regreso de los hermanos de José a Canaán. ( Ellos todavía no sabían dado cuenta de que José era su hermano) José les entregó todo el trígo que podían cargar en sus sacos y además, ocultó su copa de plata en el saco de trígo de Benjamín.
Tan pronto salieron de la Ciudad, José envío a un criado detrás de sus hermanos.
El criado examinó los sacos de trígo en busca de la copa de plata y cuando encontraron la copa en el saco de Benjamín, los hermanos fueron obligados a regresar a la casa de José. Ellos estaban muy preocupados y se acusaban mutuamente delante de José.
Entonces Judá habló en nombre de los demás y dijo: "¿Qué podemos decir? ¿Cómo podemos probar nuesra inocencia? Nosotros somos tus esclavos". Pero José respondió: "Solamente aquel que robó mi copa de plata será mi esclavo. Todos los demás pueden regresar a su tierra".
Judá quiso explicarle la situación a José y le dijo: " Si regresamos a casa sin Benjamín, nuestro padre va a morir de tristeza. Yo le prometi devolverle a su hijo sano y salvo. Permite que Benjamín regrese a casa y yo me quedare aquí, como tu esclavo". Entonces José ya no pudo ocultar más sus sentimientos. Ordenó que todos salieran de la sala, y se quedó a solas con sus hermanos. José empezó a llorar y les dijo: "Yo soy José, su hermano. Ustedes me vendieron como esclavo y llegué a Egipto. Pero no se sientan culpables. Todo esto era parte del plan de Dios, que quiso enviarme aquí, a Egipto, para salvar muchas vidas".
Sus hermanos quedaron tan impresionados que no podían hablar. Y José siguió diciendo: "Vayan a su casa rápidamente y traigan pronto a nuestro padre. Díganle que estoy vivo y que Dios me ha nombrado administrador de la tierra de Egipto. Traigan a todas sus familias aquí, niños, nietos, rebaños, y todo lo que tengan allá. Yo les aseguro que aquí tendrán lo que necesiten mientras dure la escasez de los alimentos". Entonces José abrazó a Benjamín y ambos lloraron de alegría. José besó también a todos sus hermanos y por fin volvieron a hablarse.
Los hermanos regresaron a Canaán con muchos carros y alimentos. Cuando llegaron, dijeron con alegría a su padre:
"¡José está vivo y gobierna sobre todo Egipto! Él quiere que todos nosotros vayamos a vivir allí".
Entonces Jacob, sus hijos y sus nietos tomaron todas sus cosas y sus ganados,  se marcharon a Egipto y se establecieron en la región de Gosén. Allí vivieron durante muchos años y la familia creció y creció.