11/10/10
Jesús en el desierto.Mateo 4, 1-11
Jesús en el desierto
Mateo 4, 1-11
Después de ser bautizado, Jesús se marchó al desierto por cuarenta días para orar. Durante ese tiempo no comió y sólo bebía agua. Así se preparaba para cumplir la misión que Dios le había encomendado. Al término de os cuarenta días sintió mucha hambre.
Entonces el demonio se presentó para tentar a Jesús, tratando de que pensara sólo ensí mismo y se olvidara de la tarea que Dios le había confiado.
Como sabía que Jesús estaba muy hambriento, el demonio le señaló algunas piedras y le dijo: "Si tú eres el Hijo de Dios, haz que estas piedras se conviertan en panes".
Jesús respondió: "El hombre no sólo vive de pan; es más importante cumplir la palabra de Dios". Entonces el demonio lo llevó a Jerusalén y lo hizo subir a la cima del Templo. "Si eres el Hijo de Dios, salta desde aquí a la tierra. La Biblia dice que Dios enviará a sus ángeles para que no te lastimes".
Jesús respondió: "La Biblia también dice que nunca debemos tentar a Dios para que nos demuestre cuánto nos ama!".
El demonio insistió y llevó a Jesús hasta la cumbre de una montaña muy alta. Desde allí le mostró los reinos de todo el mundo y le prometió: "Si te arrodillas ante mí y me adoras, yo te voy a dar todos estos reinos para que los domines".
Pero Jesús respondió con dureza: "¡Márchate, satanás! ¡La Biblia dice que sólo tenemos que servir y adorar a Dios!".
Entonces el demonio se marchó, y unos ángeles llegaron para servir a Jesús.