10/10/10
Las diez plagas. Éxodo 5-11
Las diez plagas
Éxodo 5-11
Moisés y Aarón visitaron al Faraón y le dijeron: "El Señor Dios de Israel ordena que los israelitas puedan salir al desierto". Pero el Faraón les respondió. "¿Y por qué tengo que obedecer al Dios de Israel?"
El Faraón no dejó salir a los israelitas. Por el contrario, ordenó que trabajaran mucho más que ants. Los israelitas se quejaron a Moisés y Aarón diciendo. "Ustedes son los culp0ables de que nuestra vida sea peor que antes".
Moisés buscó a Dios en la oración para saber qué debía responder a su pueblo y Dios le dijo: "Ahora vas a conocer mis obras prodigiosas. Yo quiero liberar a mi pueblo de la esclavitud para llevarlo a la tierra prometida por mí a Abraham, a Isaac y a Jacob". Dios envió a Moisés y Aarón de nuevo al Faraón.
Allí, Aarón arrojó el bastón sobre el suelo y al momento se convirtió en una serpiente. En seguida los magos del Faraón arrojaron los suyos al suelo y también se convirtieron en serpientes.
Pero la seriente de Aarón devoró a las serpientes de los magos. Sin embargo, a pesar de este prodigio, el Faraón seguía sin escuchar los ruegos de Moisés y Aarón.
Dios quiso demostrar su poder enviando diez plagas para castigar a los egipcios.
Aarón golpeó las aguas del río Nilo con su bastón y luego lo levantó, haciendo un círculo alrededor de la tierra que pisaba, y en ese momento las aguas de todo Egipto se convirtieron en sangre. Esta fue la primera plaga. Después de esto, Dios envió otras plagas por medio de Moisés, una tras otra. Millares de ranas salieron del río y llenaron la tierra y las casas de los egipcios; luego aparecieron en el cielo enjambres de langostas y de pequeños insectos que devoraron todas las cosechas. Después apareció una enfermedad que mataba los caballos, los rebaños ylos ganados de los egipcios.
Sin embargo, los animales de los isralitas no se enfermaron ni murieron.
Después, la piel de los animales y de los egipcios se cubrió de llagas y heridas, pero los israelitas y sus animales no sufrieron esta plaga.
Luego cayó una temp0estad de granizo que destruyó todas las cosechas. Y cuando el granizo acabó, entonces Dios envió saltamonts devoradores que acabaron con lo poco que quedaba de las cosechas.
La novena plaga fue una oscuridad tan profunda que no se veía absolutamente nada. Durante tres días los egipcios no se pudieron mover de sus casas.
Sin embargo, a pesar de estas plagas trerribles, el Faraón seguía firme en su decisión de no permitir que los isralitas salieran de Egipto. Pero Dios dijo a Moisés que después de la última plaga, el Faraón finalmente les permitiría abandonar el país. Así que Moisés comunicó al Faraón el mensaje de Dios con estas palabras: Dice el Señor: "Esta noche, a la medianoche, yo, el Señor, pasaré por el país de Egipto para matar a todos los primogéntios, desde el hijo del Faraón hasta el primogénito de todos os criados, incluso los primogéntios de los animales" (el primogénito es el primer hijo de una familia). No obstante, el Faraón no quiso escuchar a MOisés.
Dios es el Señor de la vida. Toda vida viene de Dios, quien nos creó por amor. Solamente Dios tiene el derecho de dar o de quitar la vida.