Félix no puede dormir por el calor.
Ha salido a la terraza. Allí corre fresquito. Se ha sentado en el suelo. La calle está en silencio; han cerrado los bares y no se oye ningún coche. El cielo está sin nubes y lleno de brillantes estrellas. Félix mira para arriba. Marcha con la imaginación por espacios sin fin. ¡Cuántas estrellas! ¡Qué enorme es el cielo! ¡Qué paz se nota!
Su madre sale a la terraza buscándole. Le ve pensativo y se sienta a su lado. Le pone la mano en el hombro. ¡Qué calor! ¿verdad? ¿No podías dormir? ¡No mamá!
Al cabo de un rato echa la cabeza en el hombro de su madre y sin dejar de mirar las estrellas, le dice: ¡Qué grande es Dios!, ¿verdad mamá?
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Cuenta o dibuja una experiencia tuya parecida a ésta.
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Las cosas nos dicen que detrás de ellas hay ALGUIEN a quien no vemos.
